Hasta nuestros días ha llegado una bella idea de la fidelidad y la dignidad matrimonial entre los galos. No obstante ,de los celtas insulares nos han llegado escritos muy distintos que vamos a ir viendo durante este artículo.

Estrabón no dice que los irlandeses se vanagloriaban del desarreglo de su conducta y de no conocer madres ni hermanas. Sin embargo, Piteas bien podría haber oído contar una historia del género de la de Conchobar, madre de Mebd , la reina del Connaught, la cual tenía tres hermanos que se disputaban con su padre el reino de Irlanda. Antes de la batalla incluso quiso tener tres hijos uno de cada uno con el cual parece que se casó.
Según Julio César , los celtas de Gran Bretaña tenían una mujer para cada diez o doce hombres el grupo de maridos estaba constituido por hermanos, padres e hijos. De estos los hijos pertenecían a un titular nominal que había contraído matrimonio y conducido a la mujer a la casa.
Cuando el marido es un extranjero que no tiene familia en Irlanda, la pequeña familia que él funda es unida a la de su entonces mujer. Esta familia es por tanto llamada “familia azul” ,más bien conocida como “glas-fine”, ya de esto supone que el marido ha llegado por mar.
La familia normal celta es casi puramente agnaticia. Julio César y el juriscónsul Gayo observaron que en la Galia se ejecutaba la patria potestad a la romana. Según Julio César tenían derecho de vida y muerte sobre sus hijos. Los derechos irlandeses y galeses tenían los mismos poderes pero diferían en cuanto a la edad de emancipación. El derecho irlandés, la patria potestad, se difiere a la muerte del padre o su incapacidad. Sin embargo le emancipación en la Galia del Norte se producía a los catorce años en el servicio militar.
Según César en la familia es noble después de la muerte del pater familias, las mujeres caían bajo el dominio de sus parientes que podían matarlas o torturarlas en caso de la muerte sospechosa de sus maridos. Sin embargo las mujeres estaban lejos de encontrarse completamente en las manos de sus maridos: la mujer aporta una dote al matrimonio constituida en “pecunia”, que es el objeto de una estimación. Llegados a este punto el marido dobla la dote y así se constituye por tanto un fondo, el cual se lleva a contabilidad y de ahí se guarda el fructus que sería la ganancia. El superviviente del matrimonio se convertiría en propietario de ambas partes y de toda la suma de los productos anteriores.
Las sociedades celta atendían hacia la monogamia pero también se admitía todo lo contrario, la poligamia. Normalmente solo había una matrona en cada familia, también llamada “cet muinter”, considerada la primera de la familia. Después de ella estarían las esclava y esposas (concubinas también llamadas “ben urnodma” que se compraban en las ferias anuales ,con duración de un año)
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