Un antiguo cementerio perteneciente a la tribu celta Durotriges revela gracias al ADN hallado en los restos que su sociedad estaba organizada en torno al linajes maternos.

Está tribu situada en Dorset (Inglaterra) impuso su propio sistema en el que la mujer además de cobrar importancia no dependía del hombre, llamada matrilocalidad. Las mujeres permanecían en sus comunidades ancestrales y los hombres emigraban para casarse mientras que en otras zonas ocurría totalmente lo contrario.
Este estudio publicado en la revista Nature ha sido llevado a cabo gracias al análisis del genoma de 57 individuos cuyos restos están datados entre el 100 a.C y el 100d.C. gracias a esto se pudo identificar por primera vez en la prehistoria Europea linajes maternos típico de la matrilocalidad.

Sin embargo, los individuos con ascendencia no relacionadas con la línea materna dominante eran en su mayoría hombres. Esto nos hace pensar que se habrían mudado de otras comunidades para vivir con las familias de sus esposas.
en la cultura celta las mujeres ocupaban un estado considerable y bastante importante dentro de la comunidad. Guerreras como Boudica, reinas como Cartimandua o Mebd o druidesas como Eponina llegaron a lo más alto dentro de sus tribus. Prueba de dicha importancia son los ajuares funerarios depositados en tumbas de Europa Occidental . Esto apuntaba a que dichas sociedades heredaban sus propiedades por vía materna.
Los nuevos hallazgos de ADN plantean interrogantes bastante intrigante para los arqueólogos sobre todo por el funcionamiento de la cultura celta de la Edad del Hierro, puesto que, en distintas zonas de Europa Occidental los estudios genéticos han arrojado evidencia débil de este tipo de prácticas.
Bibliografía : https://www.nature.com/articles/s41586-024-08409-6