Hoy os presento a “HILDA”, una druidesa que murió entre el año 55 a.C y el 400 d.C., en la Edad de Hierro. Falleció a la edad de 61 años. La esperanza de vida de una mujer en la Edad del Hierro era de aproximadamente 30 años, por lo que se estima que Hilda habría pertenecido a una clase privilegiada. Asimismo, se cree que era de origen celta y que probablemente vivió en la isla escocesa de Lewis o en la de Stornoway.
El cráneo de Hilda forma parte del grupo de los “Druidas de las Hébridas”, un conjunto de seis cráneos presentados a la Sociedad Frenológica de Edimburgo en 1833.
Se cree que la anciana no tenía dientes, algo no muy sorprendente por la edad que tenía y por la dieta que llevaban en esa época. Esto ha sido bien reflejado en su rostro por la autora de esta reconstrucción, Keren Fleming, estudiante de Arte Forense e Identificación Facial de la Universidad de Dundee.
La ola de calor estival casi ‘derrite’ a Hilda y echa por tierra el trabajo de Karen, incluso tuvo que mantener partes del rostro, como las orejas, en la nevera durante la mayor parte del verano”. Además, Fleming comentó que durante sus viajes, colocaba el busto en los asientos de su coche para que el aire acondicionado del vehículo “la mantuviera fresca”, una vista que, según declaró, “algunos transeúntes no olvidarán”.
En la cultura celta tanto las mujeres como los hombres podían llegar a ser druidas pero, lo impresionante de este hallazgo es que hay muy pocas evidencias de mujeres celtas druidas en los registros arqueológicos.
Fuentes: https://www.scotsman.com/heritage-and-retro/heritage/face-female-druid-scottish-isles-brought-life-2000-years-after-her-death-1410442
Es muy interesante la historia de esta gente y que aún ahora se pueda saber de ellos por los restos. Gracias por compartir tu sabiduría.